martes, 18 de agosto de 2009

¿Qué pasa el 23 de Agosto?

A una semana de la contienda electoral que medirá los “candidatos” y el nivel de aceptación en sociedad, el panorama, aunque disperso y desinteresado se presenta un poco más claro que al comienzo; al menos se sabe quien ganará las elecciones: El MPN. 
Las encuestas oficiales y las de oposición dan ventaja al candidato del partido de gobierno provincial. Mientras que el problema se centra en los que siguen la disputa, dando algunas más cerca del segundo lugar al Frente Juntos por la Ciudad, que presenta al oficialista Darío Martínez, acompañado de Marta Buffolo, y otras, al candidato también oficial, pero que busca distanciarse de la administración de Farizano, Mariano Mansilla, que encabeza la lista de UNE. Al parecer un poco más lejos de estos estaría el Movimiento Libres del Sur, con Mercedes Lamarca y cuarto, el candidato más joven de la derecha neuquina, Leandro López Koening, de Recrear. 
Llama la atención el bajo nivel de politización que presenta la sociedad neuquina en una votación, que en términos “políticos”, es la que determinará la continuidad en el ámbito comunal. Y de que forma se llegará al final de la administración Farizano: negociando con un MPN todopoderoso que pondrá obstáculos en el deliberante y con aportes de provincia aspirará a construir un candidato que gane la Municipalidad, o un Frente de Gobierno que cediendo en la pelea con sus aliados más cercanos (Libres del Sur y UNE) intentará finalizar sin inconvenientes lo que queda al 2011.
Lo cierto de todas estas especulaciones, es que la continuidad de Martin Farizano, repitiendo mandato, es una imposibilidad. No solo por que no tiene sustento en su propio espacio (compartido con fuerzas que trabajan para otros proyectos), si no porque no presenta características de conductor de un proceso que de seguro se medirá frente al Movimiento.
Lo que en esta contienda se está buscando construir es un candidato que pueda hacer eje en una oposición dispersa y que con buen caudal electoral, marque el tiempo del 2011. Algo que no es fácil, ya que en política toda construcción es una imposición, y habiendo tanto celo interpartes, quizás ni un buen resultado garantice el candidato a intendente.
El voto parece bastante cerrado al espectro de la derecha social. Quienes optan entre MPN, UNE y Recrear, para materializar sus aspiraciones de Status Quo, con dosis de demagogia pseudopopular (en los dos primeros) y una rara mezcla de eficientismo liberal y neoconservadurismo, en el último. 
Las fuerzas que pretenden hacer mella a este esquema se dispersan en un gran abanico de votantes que si bien críticos a la escena planteada anteriormente, no encuentran en ninguno de los candidatos que se ofrecen, una posibilidad de cambio. 
Libres del Sur, que con buena inserción en los barrios, puede aspirar a conducir el espacio, no presenta candidatos de peso, ni mucho menos aceptados. Mercedes Lamarca, con un discurso estrictamente apegado a la problemática (legitima, claro) de genero, no puede sacarse de encima el modo en que ingreso al Deliberante (por renuncia de Salaburu) lo que claramente le trae inconvenientes con la legitimidad de su banca y la posibilidad de captar el voto critico, aún así, es de las que más esta creciendo para el domingo.
Por otro lado, vemos como en el espacio de Izquierdas, el bloque se encuentra ampliamente fragmentado, se presentan tres candidatos que pertenecen al mismo espacio ideológico, el marxismo trotskista y por lo pronto, no hay posibilidad de unificación de criterios o frente común: Patricia Jure, del PO (partido obrero), Graciela Frañol, del PTS (partido de los trabajadores socialistas) y Priscila Otton, de Nueva Izquierda. Entre las tres, la que mejor posicionada esta es Patricia Jure, quien si bien a podido conducir un partido predominante frente a los otros, carga con el inconveniente de ser candidata en cuanta elección se realice, lo que no es ni bueno ni malo en si mismo, pero que muestra a las claras las imposibilidades internas de construir otro u otra referente. Mientras tanto, a su lado Graciela Frañol, otra candidata reiterativa en las listas del PTS, parece no convencer demasiado y sus reivindicaciones sociales y su claro posicionamiento en relación a FASINPAT (el PTS es conducción de la fabrica y del Sindicato SOECN) no ha sumado mucha agua para su molino. De cualquier manera, se encuentra por encima de Priscila Otton, quien todavía no ha podido crecer como representante de ese espacio ideológico.
Párrafo aparte merecen Juntos por la Ciudad y la Lista Ciudadana, no por que estén en un mismo lugar, si no porque presentan algunas características particulares en relación a los demás.
A Darío Martínez y Marta Buffolo se les ha encomendado la tarea de defender el espacio de gobierno y ser los bastiones de un eventual avance del Gobierno de Farizano, sujeto a una mayoría en el Concejo, pero no se los ve lo suficientemente convencidos de poder hacerlo. Si bien en las encuestas pelean la segunda posición, se esperaba (al menos de mi parte) que siendo los arqueros (en términos bélicos) del Intendente, su rol de candidatos sería de mayor entrega y quizás de mayor convencimiento en la figura de Farizano. Considero que ambos no pueden sacarse de encima el pasado, Buffolo quiroguista, y presente, Martinez peronista, más cerca a Puerta de Hierro, que de Montoneros. Lo que sin dudas hace difícil sostener en términos discursivos una administración que hace agua, tal vez por incapacidad y no por impedimentos externos, por todos lados. 
En cuanto a Lista Ciudadana, figuran como opción dentro del escenario planteado, ya que encarnan lo que es demanda común en la sociedad, “candidatos que se parezcan a las personas de carne y hueso”. Aún así, no logran despuntar demasiado y lejos se encuentran de cautivar el voto de los muchos indecisos que el domingo no saben hacia donde dirigir el sobre para guardar el voto. Lo que no es ningún fracaso, máxime si se considera que es la primera en que participan. No obstante, de ellos depende que no sea la última.
En cuanto a las demás fuerzas, Todos por Neuquén, de Walter Toscani, y el MUN de Heriberto Chureo, ninguna de las dos parece estar por encima de las pretensiones de campaña; Toscani, con buenas propuestas, pero demasiado solo y Chureo, bastante desgarrado, años atrás estuvo a punto de entrar como concejal y hoy no figura entre los que pueden hacerse del cargo. 
En definitiva, si hay algo que se define en esta elección es la posibilidad que cada candidato tendrá de convertirse en líder de la contienda de 2011. No hay ciudad que valga, solo el interés de medir lo suficientemente bien como para que el próximo encuentro de fuerzas sea determinado por los votos de los concejales del 2009. 
Ante esto, que es hartamente justificable el desinterés y la apatía que hay de cara al veintitrés. El ciudadano no ha formado parte de la campaña y el resultado del domingo no garantiza, sea cual sea, que sus problemas sean solucionados.
Falta de viviendas, desorganizado crecimiento urbano y habitacional, inconvenientes con los servicios públicos, principalmente el agua en el oeste, monopolio en la prestaciones de los servicios públicos de transporte y residuos y un Municipio, que siendo el más grande de la provincia, no deja de vivir de la coparticipación y los impuestos son temas que marcarán la agenda de la próxima campaña.
Campaña en la cual veremos si la oposición decide reunir los esfuerzos en una buena fuerza de unidad o el MPN, jugando con la incapacidad ajena, recupera una Intendencia que le es esquiva desde 1999, año en que la Alianza, daba la victoria a Horacio Quiroga.
Para ver a quien pertenece, en términos políticos, la Municipalidad de la capital provincial, en definitiva, todavía hay que esperar un par de años más. 

Jorge Alvarez


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