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Carlos Fuentealba con sus hijas, en un viaje familiar. |
Inmiscuido en cuestiones políticas desde temprana
edad, su primer cargo ejecutivo fue frente al Municipio Capital y desde donde
delineó lo que sería su paso a la gran política Neuquina. Sobre finales de los
80´constituyó el MAPO (Movimiento de Acción Política), línea interna en el MPN
(Movimiento Popular Neuquino) con la que válido su candidatura a Gobernador
ganándole en interna partidaria, nada menos que a Felipe Sapag.
Siendo Gobernador, su proceso no fue distinto al
del entonces Presidente de la Nación, Carlos Saúl Menem. Accedió a votos y
expectativas frustradas con un fuerte discurso progresista, integrador y
esperanzador y en el poder se encargó de hacer todo lo contrario.
Eso sí, hubo tres acuerdos que respetó; uno, el
de modificación de la Ley 611 que crea y regula el funcionamiento del Instituto
de Seguridad Social de Neuquén (caja de previsión y servicios de salud de los
empleados públicos provinciales) aumentando el número de representantes
gremiales. Otro, legislando (o permitiendo que…) en materia de resguardo de
derechos para niños, niñas y adolescentes, la nacionalmente famosa Ley 2302 de
protección integral de niños, niñas y adolescentes y por último, enmendando la
constitución de la provincia de Neuquén, poniendo el sistema D´hont para el
reparto de bancas legislativas, garantizando de esta manera el ingreso de las
minorías al parlamento.
Jorge Omar Sobisch, gobernador en varios periodos
constitucionales (1991-1995 / 1999 – 2003 / 2003 – 2007) es un fenómeno
significativo de la política provincial. Hijo de Juan Carlos Sobisch, un
militar de carrera y también fundador del Movimiento Popular Neuquino, fue
mencionado por Jorge Rafael Videla como una joven promesa de nuestra provincia.
EN CONTEXTO.
Siendo el último año de gestión de Sobisch y no
pudiendo ser reelecto, y con un fallido intento de reforma de Constitución que
lo validara, estaba en franca retirada para marzo de 2007, cuando las clases
debían comenzar, como en casi todo el país.
Su gestión, de neto corte autoritario, se
caracterizó por una fuerte presión y hostilidad sobre los sectores que no
comulgaban con sus posiciones, originalmente personales y luego devenidas en
políticas públicas.
Los docentes fueron sin dudas, su enemigo
preferido. En ellos condensó lo más retrogrado de su discurso y a ellos dirigió
la más dura de sus políticas de negociación. Ahí llegamos al primer día de
paro. La huelga iniciada por ATEN (Asociación de Trabajadores de la Educación
de Neuquén), contaba con varios antecedentes: el reclamo en plena elección de
2003; los enfrentamientos en Plaza Huincul en 2006, cuando Sobisch ordenó
liberar la zona de policías para garantizar que las patotas de la UOCRA,
golpearan, apedrearan y echaran de las puertas de la refinería de Plaza Huincul
a los docentes que reclamaban por aumento salarial.Y también la retórica
antidocente del gobierno, Sobisch siempre se preguntó para que sirve la
escuela, si él siendo imprentero, pudo llegar a ser gobernador.
En ese sentido, 2007 no estaba exento de
historia, ni la represión ordenada por el PEP (Poder Ejecutivo de Neuquén)
podía verse como un hecho aislado.
Sin puntos de acuerdo en materia de negociación,
la asamblea docente de ATEN, los primeros días de abril definió jugar la carta
más difícil: cortar para semana santa (jueves 5 , viernes 6 de abril) el paso
de Arroyito, pequeño puente que abre el paso hacia el centro – norte y sur de
la provincia. La intención era mostrar la huelga, bastante cercada por la
prensa, darle carácter nacional (Sobisch se encontraba jugando en las
presidenciales) y forzar una instancia de encuentro de partes. El conflicto, si
bien multitudinario en sus movilizaciones, estaba en su ocaso.
El operativo provincial se hizo temprano, por lo
que las fuerzas de seguridad llegaron primero que los trabajadores de la
Educación. La cámara hotelera y de turismo de San Martín de los Andes y la
Cámara de Comercio de Neuquén habían pedido al Gobernador que despeje la ruta
de bienes y personas, ya que los negocios de Semana Santa no podían obstruirse
por un reclamo docente.
ATEN salió en caravana desde Neuquén capital
pasadas las seis de la mañana del 4 de abril de 2007. No llegaron a instalarse
en la ruta. La policía comenzó la represión sin aviso y la represión se
transformó en cacería. Ni siquiera la estación de Servicio YPF (a la vera de la
Ruta 22) sirvió de reparo para las maestras casi ultrajadas por la balacera
policial en el campo abierto de Arroyito.
El intento de corte se había frustrado. El
repliegue se hacía obligatorio y en Neuquén capital ya se estaba organizando
una convocatoria para recibir a los compañeros reprimidos.
LA HISTORIA DE CARLOS.
Sandra ha contado en innumerables diálogos como
fueron los días previos. Carlos votó en contra del piquete en Arroyito, no
estaba de acuerdo y pensaba que iba a ser una jornada tensa. En la noche previa
a la caravana al corte, decidieron que él iría y ella se quedaría con las
nenas. Estaban en contacto por teléfono. Carlos decía que iba a estar todo bien
y que se mantendría alejado del foco de conflicto.
Vino, entonces, la balacera indiscrimida, el
repliegue y la vuelta hacia Neuquén. La persecución hasta Senillosa
(apróximadamente 10km desde el corte) y el 147 blanco con Carlos arriba. Miraba
para atrás desde la luneta del auto. No participó de los incidentes. Estuvo
lejos, incluso colaboró con compañeras que se habían visto superadas por la
situación.
Ahí aparece Rubén Darío Poblete. El cruce del
auto. El disparo ladino, cobarde e innecesario. Y Carlos en el piso. La
situación desbordada y la confusión. Los militantes lo rodearon, lo sacaron del
auto mientras Poblete se ocultaba en el aparato represivo que ejecuto la orden
del Gobernador. Eso fue el 4 de abril de 2007.
Más tarde vino la vigilia en el Hospital, la
búsqueda de esperanzas en el parte médico y el rastreo de los compañeros que
estuvieron en ese momento con Carlos, había tanta confusión que nadie sabía muy
bien que hacer o a quien buscar.
El anuncio del fallecimiento de Carlos, no
sorprendió a nadie. Mario Benedetti diría que fue “uno de los absurdos
previsibles”. Nadie podía hablar. Ese 5 de abril por la noche hubo una
manifestación espontanea por el centro de Neuquén. Nadie cantó una sola
canción. No había fuerzas ni ánimo para hacerlo. Ese día empezó la historia de
Sandra…. ¿Quien era esa mujer que había perdido a su compañero? ¿como se la
acompañaría luego de la tragedia? Solo se sabía que había estado en el segundo
piso del Hospital Castro Rendón, acompañando a su compañero.
La confusión seguía siendo generalizada, hacía
48hs se estaba peleando por salario y el gobernador Sobisch, en vez de una
paritarias devolvió un cóctel de represión y muerte.
Luego vino el 9 de abril y la manifestación más
grande que el Neuquén democrático recuerde. Fue una marcha difícil, no había
pasado mucho del anunció de muerte y la desazón era moneda corriente. Luego de
la caminata, el acto se hizo en casa de Gobierno, que para esos días estaba
sitiada de gente, rodeada de manifestantes.
Rompiendo la lógica de la física moderna habló
Sandra Rodriguez, “la viuda” como despectivamente la llamaban en los medios
regionales. Luego de su discurso, se inició un reclamo por Justicia.
Cuando la Justicia dijo que Poblete era responsable
de la muerte y fue condenado por asesinar a Carlos Fuentealba, se agregó al
pedido de “Justicia”, la leyenda de “Completa”. “No se trata solo de quien
disparó”, dijo Sandra, “sino también de quien dio la orden”.