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Si se considera que el proceso fue condicionado, en gran medida, por la crisis de representatividad que en su punto de mayor ebullición (las jornadas del 19 y 20 de diciembre) determinó la renuncia del ex presidente De
El proceso de apertura transversal, muy discutido desde el 2003, sufrió algunos reveses en las elecciones de 2007 y se vio seriamente dañado en los momentos que siguieron a la implementación de
Decididamente, el conflicto con el campo, no solo marcó el quiebre del Kirchnerismo como gobierno, si no que además lo llevó a cerrar filas con el Partido Justicialista y con
No obstante, y para superar el impedimento, se puede decir que en la actualidad
El Kirchnerismo no parece interesado en convertirse una fuerza de centro izquierda, y hoy su interés es lograr consenso con los distintos gobiernos provinciales del país y municipales de la provincia de Buenos Aires. Su estrategia de consenso (si es que el “consenso” existe) dejó de ser –si se permite la disociación- política y paso a ser institucional.
¿DÓNDE QUEDA
Quizás la falta de “homogeneidad” que impera en el análisis de los distintos sectores internos de la izquierda, este tema sea un camino de discusión que todavía no ha sido incursionado del todo.
Por un lado tenemos a
A su vez, en el espacio de lo “nacional y popular” la tendencia está dividida en tres sectores: los “oficialistas”, los “opositores” y los “críticos no opositores”. Estos tres espacios son los que, a mi criterio, más contribuyen a desatar el nudo gordiano.
Como “opositores” podemos identificar grupos de militancia peronistas, más bien históricos, de los que podría decirse, no apoyan al gobierno por que lo ven como “ambiguo”, sin definiciones programáticas, pero que además apelan a una retórica progresista pero sin proyectar transformaciones sustanciales. Proyecto Sur, y sus distintas vertientes (CTA, PS, Moreno) es el ejemplo emblemático de este sector, al cual también podría sumarse Libres del Sur, quien recientemente se expresó como integrante del referido espacio frentista.
En el otro extremo de estos están los oficialistas, quienes pueden o no integrar las filas del Frente para
En el medio, existe un amplio espectro de organizaciones, partidos, movimientos y demás instituciones intermedias que se debaten, de forma permanente, entre el apoyo, la critica, el alineamiento y la lejanía. Estos sectores no resignan sus espacios, ni mucho menos su identidad, aunque por su contribución o apoyo a determinadas políticas gubernamentales, quedan más bien rotulados como Kirchneristas, aunque no lo sean estrictamente.
En definitiva lo que hasta aquí se viene manifestando no presenta la más mínima novedad al tema. Milímetros más, milímetros menos, es un análisis que se comparte “transversalmente” en el espectro político. Y hasta se podría decir que siendo un presupuesto básico para cualquier conceptualización, hasta estaría de más realizarlo.
Sin embargo, este punto de partida, identificando los actores y posiciones, es el que nos permite proponer una salida al problema en el que actualmente se encuentra
CONCLUSIONES
1.
2. Es necesario dilucidar que la oposición férrea contra el Kirchnerismo es funcional a los intereses de un enemigo mucho más poderoso económicamente que el propio Kirchnerismo. Vencerlos, no es profundizar, si no más bien entregar los cambios, a un agrupamiento más fuerte que el propio espacio de izquierda-centro izquierda, como es la corriente de
3. La centro izquierda-izquierda, que no quiera contribuir a la dilapidación de un proceso que con contradicciones (y también con incoherencias) se viene desarrollando desde 2001, es necesario que tome partido por el espacio que mejor garantice la continuidad.
4. Hoy ese espacio es el que representa el Gobierno Nacional. Gobierno que no es ni revolucionario, ni transformador radical de las condiciones sociales existentes, pero que en última instancia (y con todas las contradicciones que se puedan señalar) ha abierto una brecha de ruptura con las políticas neoliberales y neoconservadoras.
5. En este contexto, con acumulación de ambos lados, es necesario definirse de la forma más beneficiosa para el pueblo, o si se quiere, de la manera que permita construir poder desde un espacio critico, que aún no se alineado, tampoco es funcional a los intereses del sector conservador.
6. Bajo ningún punto de vista debe contribuir a que el Kirchnerismo aumente la acumulación de poder. Ya que en esta instancia de contradicciones, la primera necesidad, es justamente, mantener lo que se ha institucionalizado, no obstante, la siguiente, es profundizar la línea de políticas de Estado, y para ello el Kirchnerismo no cuenta ni con voluntad ni con objetivos. “La profundización no es con el Gobierno Nacional, si no con las izquierda-centro izquierda.
7. Pese a la “ruptura” con el paradigma neoliberal y neoconservador de los últimos años,
8. El proceso de acumulación de
En conclusión, en el proceso que se desarrolla en nuestro país es de una complejidad que no solo debe tenerse en cuenta, si no que además debe analizarse. Es posible que el Kirchnerismo no tenga más intensiones de hacer lo que hasta ahora ha hecho, con todas las limitaciones y todas las virtudes, pero esto no debe ser un impedimento para acompañar críticamente, ni una razón para oponerse radicalmente. En el camino de la construcción de
No solo es necesario acompañar, para que el proceso no se detenga, sino también acumular para presionar con mucha más fuerza.
El Kirchnerismo es un movimiento que no se mueve por acción solamente, sino también por reacción, tanto a las demandas como a las oposiciones. No es omnímodo ni mucho menos.
Superarlo, no es vencerlo, ni vencerlo es superarlo. Pero si se quiere apelar a esa retórica, después de él vienen: la restauración conservadora o el gobierno del pueblo.
Por consiguiente, se lo vence y se pierde o se lo supera, para la victoria definitiva del pueblo.
Afortunadamente, la llave para la definición está en
Jorge Alvarez