Este mes, abordamos la cuestión histórica del Sindicalismo en nuestra país.
Pese a lo que sea hoy, la historia, nuestros orígenes y nuestra identidad
está determinada por un ser “colectivo”,
somos lo que podemos construir entre todos, aunque a veces, haya
grupúsculos que intenten lo contrario.
Una imagen cotidiana de los trabajadores organizados. |
La aparición de los Sindicatos en la Argentina, esta precedida por un
complejo proceso de organización que pasa por distintos tipos de organizaciones
que viene desde la época colonial (y de la edad media también).
Hoy es habitual la utilización de los términos gremios-sindicatos como sinónimos
que describen una misma forma organizativa, pasando por alto que cada palabra,
encierra la plenitud de dos mundos culturales completamente distintos.
Por gremio, se designaban las corporaciones de oficios que se crecieron al
amparo de las construcciones “cristianas” medievales, en las cuales los
trabajadores de un mismo oficio (albañiles, maestros, etc) resguardaban su
conocimiento y los comunicaban a los nuevos integrantes del gremio.
Por su parte, los sindicatos, son organizaciones más bien vinculadas con el
proceso de desarrollo industrial y directamente creadas para la promoción de
derechos y bien común ya no de un oficio, sino de una clase de trabajadores
nacida con la revolución industrial y la promoción del comercio europeo en
nuevos mercados continentales.
¿Hay continuidad o ruptura entre los gremios y los sindicatos? La respuesta
no esta exenta de problemas, aunque podría decirse que los que se vinculaban
por “oficios” pasaron a relacionarse a través de actividades o ramas industriales,
albergando muchas y muy variadas profesiones u oficios en la tarea de
producción, por lo que precisaron de una nueva organización que les permitiera
garantizar el resguardo de sus derechos y la promoción del bien común.
No obstante, huelga aclarar que este es un proceso que se da más bien con
esta forma en Europa, después de 1750 y que en América, producto de la división
internacional del trabajo, se manifiesta con particularidades espaciales.
LA PRIMERA ORGANIZACIÓN
La finalización de disputas internas entre unitarios y federales, trae
aparejada la consolidación del Estado (1853-1862), cada día más desplegado por
el “territorio” nacional y el desarrollo de actividades de índole privada que
promueven la aparición de los primeros trabajadores del “proto capitalismo”
argentino.
De la mano del desarrollo nacional, se van nucleando criollos e inmigrantes
que identificados en las mismas necesidades y empleados, dan los pasos
necesarios para instituir orgánicas que auspicien su defensa frente al avance
del capital, aliado estratégicamente con la elite gobernante de nuestro país.
En este contexto se da la aparición de lo que algunos consideran la primera
organización de trabajadores que se dio en la Argentina: la Sociedad
Tipográfica Bonaerense. Una Mutual de buenos oficios que albergaba en su seno a
todos los trabajadores relacionados con la imprenta. Asimismo, en paralelo, se
da origen a la Sociedad de Zapateros de San Crispin, otra organización de las
mismas características armada en defensa de un oficio particular.
Con el paso de la Generación del 80´ y la impronta de progreso
agroexportador e inmigrante, las mutuales comienzan a dar paso a los
Sindicatos, promovidos desde los nuevos residentes que venían de Europa con
mayores niveles de experiencia en lo que hacía a la vida “gremial-sindical” de
los trabajadores. Fue así que la defensa de los oficios, dejó su paso a la
defensa de actividades mucho más amplias e inter vinculadas, aunque (todavía)
de forma precaria.
“El Movimiento Obrero estaba en gestación, con una incipiente organización
en el país y con algunos espacios más consolidados en países de mayor grado de
desarrollo industrial.”
Fueron dándose entonces, los primeros pasos de lucha, concretándose, por
ejemplo, un fuerte huelga gráfica en septiembre de 1878 y una de comercio en
1881.
En otros lugares. Para ese entonces, se iría gestando, lo que bien puede
considerarse como el acontecimiento fundacional de la identidad de clase
moderna: el 1º de mayo y la lucha por las 8hs (hecho que merece una cartilla
aparte).
El resto, será historia para contar en las sucesivas ediciones de estos
folletos.
EN DEFINITIVA
Los sindicatos han surgido como una expresión necesaria de una clase social
sometida al imperio de las elites dominantes económica, social, política y
culturalmente.
Han sido la genuina construcción de resistencia, en un momento, y de avance
en materia de conquistas que permitieron que los trabajadores y su familia,
vivan mucho mejor, en otro. Hoy su rol, puede estar desdibujado, más por la
imagen caricaturesca que toman muchos de sus dirigentes que por acciones mismas
en el marco gremial.
Por eso para nosotros es importante indagar en nuestros orígenes, muchas
veces, la desmemoria se cura, con un simple análisis de lo que hemos sido, como
puntapié para dar forma, a lo que queremos ser.