El
reportero llega a la casa del entrevistado promediando el mediodía
del primer sábado de junio. Es “3” en el calendario, pero eso no
importa. La
fecha clave fue el “2”, pero de junio de 1974. En aquella
oportunidad, “Ñuls” ganaba el metropolitano con un margen de
excepcionalidad histórica incomparable: de visita y contra su
innombrable rival. Esa fecha y todo lo que significa ser hincha del
fútbol, serán los tópicos que delinearan largos minutos de
conversa con
un prototípico exponente de la pasión futbolera argentina.
Fabián
Najman es rosarino y tiene 50 años. Es padre de tres hijos que
son
“todos de
Newell’s pese a la mamá que es de Velez”.
Vive en Neuquén hace más de 15 años pero eso no ha mermado en su
pasión Newell’s. De acuerdo a lo que reseña, “para
ver el club de sus amores”
formó junto
con otros “una
filial” y
viaja por
el país
“para partidos
importantes y clásicos”.
Según dice son “18hs
de ida y 18hs de vuelta”
pero lo hace con gusto, porque entiende que “es
el sacrificio de un verdadero hincha de fútbol.”
La
pasión de Fabián empezó de chico, “soy
hincha fanático-fanático de Newell’s, iba a la cancha desde los 2
años con mi papá y aunque mi papá dejó de ir, yo seguí yendo
siempre, hasta que me vine a vivir a Neuquén”
dice mientras señala recuerdos
con la mano.
Actualmente, pese a los viajes de la filial “Marcelo
Bielsa – Newell´s carajo, Newell´s!”
la mayoría de los partidos los mira por televisión. No obstante, su
vivencia es intensa.
Además
de un incontenible dispensador de tácticas y pulidas estrategias de
juego, Fabián es un puteador nato. Acompañarlo durante un partido,
no es tarea fácil. Si el encuentro es importante, no asiste a ningún
evento social en lo previo y si
lo hace después, es solo ante la ausencia de derrota.
“Pensé que
con lo años me iba a poner más tranquilo, pero la verdad es qué
siento la misma pasión y los mismos nervios de siempre antes del
partido. Miro contra quien jugamos, como venimos, como están los
jugadores. Leo en la semana, miro los diarios y las páginas y
también el Facebook.”
Para un fanático, un partido es mucho más que eso. A la proyección
de imágenes satelitales recibidas en la TV, también hay que sumarle
proyecciones “misticas” o “energéticas” emitidas “a
través” de la televisión con la ilusión de influir en los
resultados. Algunos les dicen “cábalas” otros las señalan como
“mufas”.
Según cuenta Fabián, el ritual de ver a “Ñuls” incluye
manifestaciones típicas como el “¡Vamos Newell’s carajo!”
pero también silencios obligados. Fabián no pronuncia el nombre de
su eterno rival durante un evento deportivo, y si lo hace, es bajo un
pseudónimo: “Risario Bentral”. Indica que además
se aceptan expresiones como “sin aliento” y que para
referirse a la cancha de “Central” prefiere la expresión de
“Arrolito”, por la conocida marca de hielos rosarinos “Rolito”. Para Fabián, y muchos hinchas de
“Ñuls”, la cancha de Rosario, “es un tempano de hielo”.
Pese
a todo la historia que lo une al Club, Fabián lleva en la piel el
campeonato del 74.
“Recuerdo haber ido a la
cancha la primera vez que Newell’s salió campeón, el 2 de junio
de 1974, en la cancha de Central. Era el Metropolitano del 74,
Newell’s le llevaba 1 punto de ventaja Central, antes eran torneos
de 2 puntos para el que ganaba, y yo fuí con mi papá, mi
tío y mi primo, que eramos todos de Newell’s, y otros tíos de mi
papá que eran de Central”
dice. “Ese
partido”
lo iban perdiendo 2-0 durante el transcurso de todo el Primer Tiempo.
Estando Rosario a un punto de “la lepra”, una victoria le daba el
campeonato. “Pero
en el segundo tiempo Newell’s empató con goles de Capurro y Mario
Nicasio Zanabria y salió campeón.” Fabián
aclara que ese es el origen de la máxima leprosa:
“en tu cara
y en tu cancha, mi mayor orgullo tu peor humillación”.
El
campeonato del ‘74 en la memoria del entrevistado es el evento más
importante de su historia como hincha.
Si bien estuvo en los siete campeonatos que ganó su club, ese
momento tiene rango de “superior”. Incluso
lo ubica por encima del momento en el que el más grande jugador de
la historia del fútbol portó la “rojinegra” allá por los años
‘90.
El
reportero duda del relato. Aun de la clasificación de los momentos
hecha por su entrevistado ¿cómo
puede ser que un torneo sea más importante que Diego?…
Sin entender insiste en el tema y pide pista para ir más allá. Si
un Torneo ganado es más importante que Maradona, un símbolo a nivel
internacional ¿qué símbolo queda en pie luego de eso…?
Najman
redobla la apuesta. “El
símbolo de Newell’s, más allá que no jugó en primera es Marcelo
Bielsa.
Con él
salimos campeones en la cancha de Boca por penales. El
primero lo habíamos ganado nosotros en la cancha de ‘Arrolito’ y
después jugamos en la cancha de Boca, y ellos nos ganaron 1-0, pero
después definimos a favor nuestro por penales.
Ese es un momento también inolvidable, para nosotros y para los
bosteros”
dice con sorna ante la antipatía del reportero, un declarado e
inclaudicable “xeneize”.
La
pregunta final, es casi una invitación a la esperanza. El reportero
consulta acerca de lo que falta o gustaría de vivir como hincha en
un futuro. “El
leproso”
responde con el tono ceremonial que mantuvo durante toda la charla y
señala que le gustaría “ver
a Ñuls
campeón de la Libertadores”.
Aunque también sueña “verlo
a Messi con la camiseta ‘rojinegra’”.
Según
refiere “el hincha” Messi “dijo
que antes de retirarse le gustaría jugar en Newell’s. Saber que
el mejor jugador del mundo es hincha de Newell’s es tocar el cielo
con las manos.”
Fabian Nagman es un estafador
ResponderEliminarDoy fe. El chabon es un quemo.
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