lunes, 21 de noviembre de 2011

RADOWISKI, FALCÓN Y LAS JORNADAS DEL 1° DE MAYO


La historia de las primeras conmemoraciones del 1° de mayo
El anarquismo, fue uno de los sectores que dentro del Movimiento Obrero, mayor influencia ejerció en los últimos años del siglo XIX y en los primeros del siglo XX. Heterogéneo y de estrategias variadas supo marcar a fuego, literalmente hablando, los comienzos de lucha y organización de los trabajadores.

Las corrientes migratorias que comenzaron a llegar con la Presidencia de Nicolás Avellaneda (1874-1880) fueron recibidas con júbilo por la oligarquía agroexportadora, estos trabajadores foráneos no solo representaban la mano de obra especializada que el modelo necesitaba, sino que además eran los garantes de la posibilidad de producción, en un país que todavía no terminaba de dirimir la disputa con los gauchos ni con los “indios”.
Todo formaba parte del mismo plan, la División Internacional de Trabajo, en beneficio de las potencias, había determinado que la Argentina tenía el “digno” papel de productor de materias primas, que siendo industrializadas en los países “productores” retornarían, más tarde, a los mercados locales. Para ello se necesitaban trabajadores que supieran trabajar y que además tuvieran ventajas para radicarse en el país. Se pensaba, por aquel entonces, que a la Argentina arribarían expertos laburantes ingleses y alemanes, dotados del conocimiento necesario para que nuestro país consolide el rol que le asignaban en el mundo. 

La respuesta a los planes gubernamentales, fue el arribo de la más grande camada de expulsados de la vieja Europa, españoles, italianos y rusos, ocuparon el lugar de los finos anglosajones; con ellos arribaría no solo el trabajo, traían consigo el hambre, el anarquismo y el socialismo.

LAS PRIMERAS DISPUTAS

Estos inmigrantes, en conjunto con la criollada, fueron dando forma definida a los incipientes esfuerzos patrios de conformación de organizaciones de clase. Los primeros agrupamientos mutualisticos se fueron convirtiendo de a poco en sindicatos y estos, comenzaron a marcar el ritmo de la lucha contra un capitalismo nacional, también naciente, pero no por ellos menos injusto.
A la conformación de sindicatos por oficio o por rama de actividad, le siguió uno de los problemas más caros (y también actuales) del movimiento: el de la unidad… ¿cómo se hacía para coordinar a todos los sindicatos? ¿Era necesaria una nueva organización que nucleara a todos? ¿Las ideologías que los sindicatos sostenían, eran un obstáculo para la unidad?
El mundo se movía a la par de los interrogantes. Ya en 1884, la Liga Americana de Caballeros del Trabajo convocaba a los obreros estadounidenses a una huelga por 8hs de trabajo. El paro de actividades recién se concreto en 1886, pero las consecuencias marcaron a fuego la historia de los trabajadores: nacía entonces el 1° de mayo (de esto haremos un informe aparte).
Tanto Anarquistas como Socialistas, cada cuál con su arsenal de ideas fueron dando respuestas a la necesidad de coordinación de las luchas gremiales. Ambos sectores habían propiciado la formación de Centrales Sindicales y con ello, del pliego de reivindicaciones que llevarían a los trabajadores a una nueva sociedad, más digna y más justa.
Así llegamos a 1900.
La oligarquía gobernante, impaciente frente a los trabajadores, comenzó a reaccionar frente al proceso que se daba en el Movimiento Obrero. En 1902 se sancionaba la Ley de Residencia, que establecía que todo extranjero que provocará alteraciones en el orden público sería expulsado del país sin más. No obstante, los trabajadores respondían con más lucha y con más enfrentamientos. Socialistas, organizaban su propio Partido para propiciar la participación obrera en las elecciones. Mientras que los Anarquistas, se plantaban con furiosas huelgas generales.

LOS TRÁGICOS HOMENAJES Y LA VENGANZA ANARQUISTA

Ya para 1904 se organiza de forma conjunta una reivindicación nacional por el día del trabajador. Ambos sectores acuerdan un acto de unidad que es tan exitoso, como ferozmente reprimido. 4 muertos, 50 heridos y cientos de detenidos es el saldo de la represión comandada por el Jefe de Policía Coronal Ramón Lorenzo Falcón.
En 1909, se da un nuevo enfrentamiento. El día del trabajador es reivindicado, está vez, de forma separada, cada una de las fracciones del Movimiento Obrero organiza su acto de homenaje a los “mártires de Chicago”.
La respuesta, nuevamente del Coronel Falcón, fue lapidaria. Doce obreros murieron en la furiosa represión y más de 105 quedaron heridos. Además, se produjo la clausura de todos los órganos de prensa sindicales que circulaban en el país, sindicatos y centros de reunión de anarquistas. La respuesta no se haría esperar.
El 14 de noviembre de 1909, Simón Radowitzky un joven obrero ruso sobreviviente de la represión de mayo, estaba escondido en la esquina de Quintana y Callao. Falcón, viajaba en su carro, lo acompañaba Alberto Lartigau, su secretario personal. Era el mediodía de una jornada cálida y soleada. Ambos habían participado del funeral del Director de la Penitenciaría Nacional.
Al paso del carro, Radowitzky corrió sagazmente hacia el Coronel y al grito de “¡viva la anarquía!” arrojó un explosivo de producción casera. El atentado se había concretado. El joven ruso fue detenido y más tarde condenado, mientras que Falcón, herido de muerte, fue prontamente socorrido.
Sin embargo, el explosivo había producido daños irreparables. A las 2 de la tarde del mismo día, moría así, uno de los más terribles represores que ha dado la historia de nuestro país. El anarquismo, había ajusticiado al verdugo. Nada quedaría igual… pero lo que sigue, como habitualmente se dice, es parte de otra historia.

sábado, 19 de noviembre de 2011

A 42 AÑOS DE UN SUCESO FUNDAMENTAL

Agustín Tosco, lider del sindicalismo de liberación.-
Si bien estamos hablando de un suceso que marcó la Argentina hace ya 42 años, el Cordobazo ha dejado una huella indeleble en la historia del movimiento obrero de nuestro país y que incluso hoy, se sigue manifestando de forma latente, aunque inconstante.

Como todo momento, estuvo rodeado de un contexto definido por circunstancias únicas e irrepetibles. Gobernaba la dictadura de Juan Carlos Onganía, con modelo de administración apegado a las corporaciones económicas (e incluso políticas) y si bien permanecía, al menos desde lo formal, la proscripción del peronismo, en los hechos, algunos de los sectores que lo integraban como movimiento, colaboraban abierta e interesadamente con el gobierno militar. Cuestión que se visualizaba tanto desde el peronismo institucionalizado (Paladino) como desde el gremialismo burocrático (Vandor).

Ante esto, la respuesta de la clase trabajadora fue organizarse desde la base, con un modelo sindical que atendiera las necesidades de los trabajadores y que rompiera con los acuerdos, que tanto la CGT como Perón habían suscripto para sostener un gobierno que esperaban desemboque en el retorno definitivo del líder justicialista.

La modalidad fue estructurada en torno a la figura del delegado, comités fabriles, cuerpos de delegados, juntas internas, instancias que garantizaban un vínculo permanente entre los trabajadores y la acción gremial. Mientras la resistencia a la dictadura y el Movimiento Obrero demostraba en la calle el poder real que tenía, la contraofensiva de Ongania no se haría esperar por mucho tiempo y en eso se puede encontrar el punto de quiebre que motivo el “Cordobazo”: la quita del sábado inglés (trabajar solo la mañana del sábado, para hacerlo jornada completa). Ante esto, se sucedió lo inevitable. Las protestas se sucedieron primero de forma sectorial, para después congregarse masivamente en el Paro General que los gremios combativos de la CGT alineados con Raimundo Ongaro. Estudiantes y partidos políticos se sumaron a la protesta y los enfrentamientos con el ejército y la policía cordobesa se sucedieron en el centro, en las fábricas y en los barrios. Nacía así el “Cordobazo” corría el 29 de mayo de 1969, un año antes, se producía el “mayo francés”.

La represión dejo arrestos, heridos y al menos 16 muertos oficiales. En la calle se produjo, más allá de todo, la visibilización de un proyecto de organización de clase que excedía los marcos del peronismo, y que incluso puede decirse, se hizo a pesar de él. La unidad de los sindicatos clasistas, la unidad en la acción con partidos y estudiantes, fue tan contundente que forzó el repliegue de la medida (la quita del sábado inglés) y que Ongania quedará francamente debilitado frente a los sectores de la oligarquía y del ejercito. Un año después debería dejar “ordenadamente” el mando al Gral. Roberto Levingston.

Lo cierto, es que el modelo sindical que expresó el Cordobazo, caló hondo en la dirigencia peronista de la época e hizo ilusionar (o esperanzar) a los sectores combativos, con tener la hegemonía de conducción de clase, cosa que finalmente no ocurrió. La lucha, de cualquier manera, sigue abierta, y como todo proceso que no se cierra, vuelve a la conciencia de las masas, en momentos insospechados, máxime si como dice la canción hay contextos con “el arriba nervioso y el abajo que se mueve”.

AGUSTÍN TOSCO: LIDER DE LA DIGNIDAD
El “Gringo”, nació un 22 de mayo de 1930 en un pueblito de Córdoba conocido como Coronel Moldes. Se crió en una zona donde los gringos proliferaban trabajo y esfuerzo. Estudió en el Instituto Otto Krause, la Tecnicatura Electromecánica que le permitió abordar de lleno el trabajo en el Ente Provincial de Energía de Córdoba, que fue donde comenzó su militancia gremial en el ya recordado Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba.

Los compañeros lo recuerdan como un buen tipo, sencillo, pero contundente sindical e ideológicamente. No por nada, se convertiría en el máximo referente gremial del Movimiento Obrero Argentino en los finales de los 60 y principios de los 70.

Caminó las calles durante el Cordobazo, lucho por reivindicaciones laborales y sectoriales, pero bregó incansablemente por la liberación de la clase trabajadora, lo suyo, fue el sindicalismo, pero sin dudas que caló hondo en la escuela de la conducta, esa tan pocos egresados a dado en nuestra historia. La agrupación que conduce este gremio, toma su nombre. Un sencillo homenaje, pero también, una cabal definición política.




viernes, 11 de noviembre de 2011

La batalla de Vuelta de Obligado y el feriado del 20 de noviembre


Hace ya un año se declaro como nuevo feriado nacional el 20 de noviembre, una fecha que en el público generó cierta duda, ya que no se sabía (fuera del ámbito de los especialistas) cuál era la referencia histórica que la posicionaba como un nuevo feriado. Nosotros, como para acercar posiciones, vamos a comentar un poco de donde viene la cosa.

Para comprender la fecha, nos tenemos que situar en lo que fue la Confederación Argentina, un agrupamiento de “provincias” que eran herencia del (para entonces) fallecido “Virreynato del Río de la Plata”. Gobernaba, por entonces, una figura emblemática, polémica y contradictoria: el Brigadier General Juan Manuel de Rosas.
De tirante relación con las potencias extranjeras, Rosas como autoridad máxima de la Confederación había obstaculizado el libre paso de los barcos mercantes franceses e ingleses si estos no pagaban los correspondientes tributos en la Aduana “federal”. 

En enero de 1845 franceses e ingleses deciden apostarse con navíos sobre el Río Paraná, con la clara intención de auxiliar al Paraguay y la provincia de Corrientes que se encontraba en conflicto con la Administración Central de la Confederación. Conflictos diplomáticos mediantes, la situación se tensa y llegamos a noviembre de ese mismo año, cuando 90 (noventa) buques mercantes y 20 (veinte) de guerra, se aprontan a navegar por los ríos del litoral para llegar de una vez por todas a Paraguay y Corrientes. Allí se inicia la famosa Batalla de Vuelta de Obligado.

Las fuerzas al mando de Lucio V. Mansilla (yerno de Rosas) defendieron el territorio nacional, cayeron muchos en la batalla pero el costo (por cierto lamentable) garantizo la defensa del territorio y de la soberanía. Ingleses y franceses se retiraron de las aguas del Paraná con más bajas militares y de recursos. No obstante, la retirada final se produjo casi un año después del 20 de noviembre, cuando un representante de la corona Inglesa, Sir Samuel Thomas Hood, rendía honores al brigadier vencedor.

martes, 18 de octubre de 2011

SINDICATOS EN LA HISTORIA NACIONAL



Este mes, abordamos la cuestión histórica del Sindicalismo en nuestra país.

Pese a lo que sea hoy, la historia, nuestros orígenes y nuestra identidad está determinada por un ser “colectivo”,  somos lo que podemos construir entre todos, aunque a veces, haya grupúsculos que intenten lo contrario. 

Una imagen cotidiana de los trabajadores organizados.
 
La aparición de los Sindicatos en la Argentina, esta precedida por un complejo proceso de organización que pasa por distintos tipos de organizaciones que viene desde la época colonial (y de la edad media también).

Hoy es habitual la utilización de los términos gremios-sindicatos como sinónimos que describen una misma forma organizativa, pasando por alto que cada palabra, encierra la plenitud de dos mundos culturales completamente distintos.

Por gremio, se designaban las corporaciones de oficios que se crecieron al amparo de las construcciones “cristianas” medievales, en las cuales los trabajadores de un mismo oficio (albañiles, maestros, etc) resguardaban su conocimiento y los comunicaban a los nuevos integrantes del gremio.

Por su parte, los sindicatos, son organizaciones más bien vinculadas con el proceso de desarrollo industrial y directamente creadas para la promoción de derechos y bien común ya no de un oficio, sino de una clase de trabajadores nacida con la revolución industrial y la promoción del comercio europeo en nuevos mercados continentales.

¿Hay continuidad o ruptura entre los gremios y los sindicatos? La respuesta no esta exenta de problemas, aunque podría decirse que los que se vinculaban por “oficios” pasaron a relacionarse a través de actividades o ramas industriales, albergando muchas y muy variadas profesiones u oficios en la tarea de producción, por lo que precisaron de una nueva organización que les permitiera garantizar el resguardo de sus derechos y la promoción del bien común.

No obstante, huelga aclarar que este es un proceso que se da más bien con esta forma en Europa, después de 1750 y que en América, producto de la división internacional del trabajo, se manifiesta con particularidades espaciales.

LA PRIMERA ORGANIZACIÓN

La finalización de disputas internas entre unitarios y federales, trae aparejada la consolidación del Estado (1853-1862), cada día más desplegado por el “territorio” nacional y el desarrollo de actividades de índole privada que promueven la aparición de los primeros trabajadores del “proto capitalismo” argentino.

De la mano del desarrollo nacional, se van nucleando criollos e inmigrantes que identificados en las mismas necesidades y empleados, dan los pasos necesarios para instituir orgánicas que auspicien su defensa frente al avance del capital, aliado estratégicamente con la elite gobernante de nuestro país.

En este contexto se da la aparición de lo que algunos consideran la primera organización de trabajadores que se dio en la Argentina: la Sociedad Tipográfica Bonaerense. Una Mutual de buenos oficios que albergaba en su seno a todos los trabajadores relacionados con la imprenta. Asimismo, en paralelo, se da origen a la Sociedad de Zapateros de San Crispin, otra organización de las mismas características armada en defensa de un oficio particular.

Con el paso de la Generación del 80´ y la impronta de progreso agroexportador e inmigrante, las mutuales comienzan a dar paso a los Sindicatos, promovidos desde los nuevos residentes que venían de Europa con mayores niveles de experiencia en lo que hacía a la vida “gremial-sindical” de los trabajadores. Fue así que la defensa de los oficios, dejó su paso a la defensa de actividades mucho más amplias e inter vinculadas, aunque (todavía) de forma precaria.

“El Movimiento Obrero estaba en gestación, con una incipiente organización en el país y con algunos espacios más consolidados en países de mayor grado de desarrollo industrial.”

Fueron dándose entonces, los primeros pasos de lucha, concretándose, por ejemplo, un fuerte huelga gráfica en septiembre de 1878 y una de comercio en 1881.

En otros lugares. Para ese entonces, se iría gestando, lo que bien puede considerarse como el acontecimiento fundacional de la identidad de clase moderna: el 1º de mayo y la lucha por las 8hs (hecho que merece una cartilla aparte).

El resto, será historia para contar en las sucesivas ediciones de estos folletos.


EN DEFINITIVA

Los sindicatos han surgido como una expresión necesaria de una clase social sometida al imperio de las elites dominantes económica, social, política y culturalmente.

Han sido la genuina construcción de resistencia, en un momento, y de avance en materia de conquistas que permitieron que los trabajadores y su familia, vivan mucho mejor, en otro. Hoy su rol, puede estar desdibujado, más por la imagen caricaturesca que toman muchos de sus dirigentes que por acciones mismas en el marco gremial.

Por eso para nosotros es importante indagar en nuestros orígenes, muchas veces, la desmemoria se cura, con un simple análisis de lo que hemos sido, como puntapié para dar forma, a lo que queremos ser.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La complejidad del campo nacional y popular


ELECCIONES EN NEUQUÉN CAPITAL

El frente del 12 de junio... hoy ya no es más que recuerdos.-

UN PUNTO DE PARTIDA

A poco menos de un mes de las elecciones en la ciudad capital de la provincia, el escenario político para el campo nacional y popular, es por lo menos desfavorable.
Luego de la derrota del 12 de junio, lo que se conoció como “Frente Neuquino” (que incorporaba fuerzas tan disimiles como UCR, PJ, UNE, MUN, PS y PRO) comenzó una larga agonía de ruptura que dejo al actual intendente Martín Farizano (ex líder de la oposición) en una situación electoral que lo pone más cerca de su casa que del sillón de la calle Roca.
Los otrora aliados del Intendente, se partieron básicamente en dos agrupamientos que hoy juegan como opositores de la gestión municipal: Une, quien logró la incorporación de PAN (Partido Autentico Neuquino) fuerza que lidera el conocido Herminio Cesár Balda; además del -Nac and Pop- PSOL (Partido Solidario) y el Frente y la Participación Neuquina, de Ramón Rioseco. Además, el Frente para la Victoria, no exento de disensos internos en el PJ, logró la incorporación del Frente Grande y del MUN, quienes suman candidatos a concejales en lista única de alianza. Por su parte, el Partido Socialista, haciendo gala de una singular cintura política, acompañará en octubre al Intendente Farizano en lista colectora, mientras que a nivel nacional con el FAP (Frente Amplio Progresista) llevara como candidatos a diputados nacionales a Eduardo Correa y Paula Sánchez.
Ahora, si esto quedará así, el escenario electoral no sería del todo desfavorable, ya que se podría presumir que las diversas listas se juegan al electoral lo que no pudieron acordar hacia adentro. Pero lamentablemente, para el campo progresista, la situación no es tan buena. Por otros lares, el rearmado de la derecha no ha dejado mella y se presentan en octubre con dos agrupamientos lo suficientemente sólidos como para polarizar una elección local: el MPN (Movimiento Popular Neuquino), que lleva a José Brillo, y el NCN (Nuevo Compromiso Neuquino) que lleva a Horacio “pechi” Quiroga, acompañado también por ARI-CC, como colectora.

¿DONDE ESTÁ EL KIRCHNERISMO?

Cualquiera podría presumir que se encuentra en el Frente para la Victoria liderado por Dario Martinez, quien además acompaña en el espectro a Albero Ciampini y Ofelia Cedola que serán los candidatos a Diputados Nacionales, hasta ahora, mejor posicionados después de las PASO de nuestra provincia. No obstante, surgen algunas dudas. Máxime si se considera el batifondo que quedo luego de la presentación de las listas en las fuerzas que integran el Frente.
Por su parte, el PJ (Partido Justicialista), no quedó del todo “unido”, ya que el agrupamiento “Peronismo Solidario” cerró listas consigo mismo, dejando afuera a otros espacios más vinculados con la gestión presidencial como son el “Movimiento Evita” e “Iniciativa Neuquina”. Cuestión que no le impidió realizar una buena estrategia de alianzas sumando a FG y MUN, aunque bajo el paraguas de un menemista como Ariel Kogan. Quizás, un precio demasiado caro para las fuerzas populares.
A su vez, Farizano que llama “nuestra Jefa” a la Presidenta de la Nación, no logró superar los escollos de las internas radicales que lo obligaros a excederse de los plazos legales locales, producto de la miopía política de Nestór Burgos, quien nuevamente obstaculiza los avances populares: ayer con la alianza de él y el converso Hugo Prieto, con el sobischismo en la Convención Constituyente de 2007 y ahora, evitando que las elecciones internas del Radicalismo se realizarán antes de que cierre el plazo de presentación de alianzas en la justicia electoral. Después, la declave, que hemos visto en todos los medios de comunicación.
Lo cierto, es que al igual que las elecciones del 12 de junio, el Kirchnerismo no ha logrado instalarse en el escenario local con la contundencia que lo ha hecho en otros distritos electorales. O no lo ha hecho desde el espacio de nosotros pretendemos. Ya que aquí es uno de los pocos lugares en la que la imagen de la Presidenta de la Nación no tracciona con posibilidades a ninguno de los candidatos que quieren identificarse con ella y ese 55,31% de votos recibidos (a nivel provincial) quedará disperso en la libre interpretación que el electorado pueda realizar en las urnas.

EN DEFINITIVA

Todo parece indicar, que el resultado electoral en la ciudad de Neuquén, no será el esperado para las fuerzas del nacionalismo popular. Los últimos datos relevados marcan una tendencia favorable para el ex intendente Horacio Quiroga, quien promedia los 30 puntos, seguido de cerca por el frio y siempre parco José Brillo, quien roza los 24 puntos.
Por su parte, los ex integrantes del Frente Neuquino, están todos por debajo de los 15 puntos. Aunque juntos superarían por lo menos a Brillo. Pero eso no es más que especulación política, ya que como decía el General “la única verdad es la realidad” y la cruda, lo que marca es que todo lo que se ha armado desde la municipalidad, no tendrá continuidad y sin dudas muchas de esas cosas, serán re direccionadas desde el programa de la derecha neoconservadora que más preocupada por los problemas de la ciudad en materia de habitación, trabajo y transporte, basa su obra de gobierno en la concreción de obras de vereda, arbolado público y cámaras de seguridad.



viernes, 16 de septiembre de 2011

DISCUSIÓN PARA LA FORMACIÓN DE CUADROS EN EL PARTIDO





El partido hace tiempo que tiene pendiente una de las tareas más importantes que se requieren para la construcción de poder popular en aras de la conquista del poder político: la formación de cuadros militantes para la organización.


Si bien en este sentido hay precedentes valiosos como los talleres de “Interpretación de la realidad social” de la localidad de Neuquén o las “Jornadas de Economía Social” que se realizaron en Chos Malal, entre otras, el Movimiento carece de una conducción estratégica en cuanto a la formación de cuadros y dirección política e ideológica que esta debe tener, lo que hace que las experiencias se manifiesten de forma aislada y con sectoriales interpretaciones de los contenidos y objetivos, lo que pudiendo beneficiar la heterogeneidad de la militancia, perjudica la consolidación del discurso y la base de nivelación de nuestra estructura.

En cuanto a la conducción actual vigente hasta noviembre de 2011, los méritos no han sido del todo loables en materia de formación de cuadros. El anterior Secretario de Capacitación, hoy en andares distintos de los nuestros, no cumplió con las tareas que a su rol le cabían y muchas de las discusiones coyunturales que hacia adentro del partido se tuvieron, sobre todo por acción del gobierno nacional, y que podrían haber desencadenado un punto de partida para definiciones políticas estructuras (y no solo de sus conductores) no fue para nada aprovechada. 

Quien desempeñaba el cargo en esos momentos, sabrá cuales fueron las razones que lo contuvieron de actuar. Hoy el panorama es distinto. Tenemos un Secretario de Capacitación que no solo es de los históricos dirigentes de nuestro partido, sino que es una persona que tiene, en su haber, pergaminos que nos inducen a creer que es quien mejor puede desempeñarse en el puesto, no solo en lo que resta de mandato para la conducción actual, sino también a posteriori. No obstante, las construcciones son colectivas, y una sola persona no puede garantizar, en ningún aspecto, tareas que son de necesidad y orden general.
En vistas de esto es que se hace necesario plantear, y en algunos casos replantear, cuál es la posibilidad real de actuar en la cuestión de formación política de cuadros, de acuerdo al estado del partido, sus recursos (humanos y económicos) y el año particular que nos tocará vivir, que nos conducirá inexorablemente a priorizar (con justa razón) la contienda electoral de la provincia y la nación.

CONSIDERACIONES GENERALES

Qué es un cuadro político. Definición.

Cuadro Político es aquel militante que ha alcanzado cierto desarrollo intelectual en diversos temas vinculados a la política como eje rector, economía, historia, sociología, filosofía, etc. Que los aplica críticamente en su vida práctica de acuerdo a las circunstancias que le tocan vivir y que a su vez, formula y reformula lo entendido de acuerdo a las experiencias de las que se nutre. No es un individuo aislado, es decir, no puede ser sin el otro, ni sin la organización que lo contiene, lo representa y le da directivas de acción. No obstante, es un librepensador, heterodoxo, respetuoso de las posturas ajenas pero firmemente convencido de sus principios y valores.
Asimismo, es un espécimen moral a la altura de las circunstancias, ya que todo su capital político está puesto al servicio de la transformación y esta, como tal, demanda la participación del pueblo que él alentará con su pensamiento, acción y ejemplo. Es un sujeto crítico constructivo y reflexivo de las experiencias populares.
Su condición de militante, lo predispone al trabajo, y su capacidad de acción, lo sitúa en el lugar de organizador, de impulsor de avances, sea en el seno del partido, como en el seno del pueblo. No está demás aclarar que si bien es condición necesaria para el cuadro político ser militante (ya que somos lo que estamos siendo mientras actuamos en relación a los demás y hacia nosotros mismos), no todo militante es un cuadro político.

Transformación del militante. Camino hacia el cuadro.

Como se decía anteriormente, no todo militante es cuadro pero si todo cuadro es militante. Teniendo la condición de cuadro, es fácil mantener en el tiempo la organización, los problemas aparecen cuando la organización solo cuenta con militantes. ¿Qué hacer en esas situaciones? Es la primera pregunta que puede aparecer. En esto, cumple un rol protagónico el partido y la conducción del mismo. Ya que estos como Vanguardia de la militancia, son los que deben allanar el camino en vistas de que puede producirse la transformación.
Va de suyo, que la conducción del partido debe estar integrada mayoritariamente por cuadros, siendo los militantes minoría, ya que de lo contrario, no habrá avance posible.
Siendo la conducción vanguardia de la militancia (despojemos al término de adjetivos como “iluminada” y entendámoslo en su real acepción: parte del ejercito que está delante de la guardia) es su deber crear condiciones para que las bases militantes puedan dar el salto cualitativo que les permita convertirse en cuadros. Las conducciones que no propician este tipo de políticas son propensas a caer en el personalismo, la burocratización y el enquistamiento en los espacios de poder.
Para evitar languidecer en la mediocridad, toda organización que se precie como tal debe volcar, en la medida de sus posibilidades, recursos que permitan que los responsables de las tareas de formación, lleven adelante la concientización de los militantes. Para lo cual, no solo se precisan recursos económicos, sino también de carácter conceptual, el militante para convertirse en cuadro, precisa de guía que descubra el velo del camino que irá haciendo en su andar laboral-reflexivo.

Programa de acción. Rol de la conducción. 

Si una guía clara no quita el velo para la autoformación del militante, este corre riesgo de caer en el dogmatismo, en las falacias ideológicas o en la desilusión. El rol claro y consciente de la conducción es el que garantizará que ningún militante sea llevado a la inmoralidad, el vacio y la oscuridad.
Es necesario, entonces, que la conducción tenga claros parámetros de pensamiento. No es bueno ofrecer algo cerrado, indiscutible-indiscutido, ya que atenta contra la integridad moral de los militantes, pero tampoco es bueno que, por querer ser heterogéneos, se ofrezca un manual al estilo escolar primario, donde todo sea igual a todo y nada tenga particularidad en lo más mínimo.
Para esto, en una instancia previa, la conducción debe definir que es lo que quiere como tal, con el partido y como en base a los objetivos estratégicos que se plantean se ofrece un programa de formación que permita la descentralización hegemónica de los contenidos para que sean aplicados, discutidos e incorporados en todos los planos de construcción que el partido tenga.
Sin ánimo de querer ir más rápido que lo que el sulqui da, es bueno dejar como consideración general la de armar un programa que permita atacar los distintos estados de consciencia que hay en nuestra estructura. Uno para los simpatizantes que gustan de lo que somos y quieren saber que es lo que proponemos. Otro para los militantes que quieren convertirse en cuadros políticos y otros para los cuadros políticos que quieren consolidar su formación. Claro que esto no es tarea exclusiva del Secretario de Capacitación, sino del equipo que este pueda llegar a formar, para materializar el objetivo.

Descentralización hegemónica. Que entendemos por esto.

La descentralización hegemónica es la metodología de trabajo que debe seguir la conducción del partido para manejarse al menos en lo que a formación se refiere.
Esta consiste en discutir hacia adentro de la conducción cuales son los ejes de desarrollo macropolíticos por medio de los cuales se regirá el partido durante el tiempo que marque como propicio para hacerlo. Estos aspectos generales y en “abstracto” son los que las bases del partido y las distintas conducciones que están por debajo de la provincial  deben “concretar” en sus lugares de trabajo de acuerdo a las circunstancias materiales y el desarrollo de las fuerzas sociales que allí exista.
Será esta metodología una especie de planificación estratégica de cara a consolidar los aspectos que el partido considere necesario en vistas de cumplir con el objetivo de construir poder popular para la toma del poder político en la provincia. El diseño estratégico estará en manos de la conducción provincial, hegemónicamente, por eso su nombre, mientras que los demás órganos deberán materializar en concreto los trazados.

Consideraciones finales.

Como bien puede verse, desde esta perspectiva la formación de cuadros está completamente vinculada con el proyecto político del partido. No hay posibilidad de concretar proyecto político sino a través de cuadros que puedan construirlo, difundirlo y defenderlo, por esto es necesario que se considere el tema con seriedad, si es que verdaderamente queremos tener posibilidades de materializar algo.
La discusión se vuelve sobre todo importante en este contexto en el cuál estamos obligados a posicionar el partido en alguna de las veredas que pretenden oponerse “políticamente” al Movimiento Popular Neuquino en las elecciones de este año.
Hacia dentro de nosotros vemos posturas encontradas, unos pretenden acompañar a FARIZANO, otros al candidato o candidata del PJ. A nivel nacional tenemos desde el 2003 definido un acompañamiento, primero critico, luego completo, al gobierno nacional de Néstor-Cristina.
No obstante, huelga discutir si estos acompañamientos a distintos actores de la política tradicional serán eternos o se rediscutirán en vistas de capitanear nuestro propio barco. Un análisis real de nuestras posibilidades de partido marca que en lo inmediato el desarrollo de nuestras propias fuerzas no nos brinda el margen suficiente como para gravitar con peso en el escenario de la provincia. Aunque, como todo, solo es situación de momento.
Discutir hacia donde queremos ir, con quienes y de que forma lo vamos a hacer, cuestión que parece quedar muy por encima de cómo definimos una plataforma meramente electoral, la funcionalidad (o no) que nosotros mismos nos damos a través de nuestra carta orgánica y como formamos cuadros políticos, son algunos de los interrogantes que tenemos que plantear si es que queremos sobrevivir a la nacionalización de la política y de las estructuras organizativas.
En cuanto a los cuadros, es bueno recordar lo que de ellos decía Ernesto Guevara, nunca tan oportuno para la cita: 

“El cuadro es la pieza maestra del motor ideológico que es el Partido Unido de la Revolución. Es lo que pudiéramos llamar un tornillo dinámico de este motor; tornillo en cuanto a pieza funcional que asegura su correcto funcionamiento, dinámico en cuanto a que no es un simple trasmisor hacia arriba o hacia abajo de lemas o demandas, sino un creador que ayudará al desarrollo de las masas y a la información de los dirigentes, sirviendo de punto de contacto con aquéllas. Tiene una importante misión de vigilancia para que no se liquide el gran espíritu de la Revolución, para que ésta no duerma, no disminuya su ritmo. Es un lugar sensible; transmite lo que viene de la masa y le infunde lo que orienta el Partido.”

El cuadro, columna vertebral de la revolución
(Ernesto Che Guevara, 1962)